miércoles, marzo 28, 2007

Extraña Fauna

Luego de la medianoche por aquí en el centro, se ve el Santiago más raro de todos. Ese que se mantiene oculto durante el día a los ojos cotidianos y solo se revela cuando el manto nocturno cae sobre los espacios llenos de gente a la luz del sol.

Los que de día fueron paseos peatonales, son antros de gente que se alumbra con la luna y mira con recelo peleando por panes a medio comer de la basura del burger. Otros que fuman paragua en el baño de un telepizza, u otros que de tanta bencina aspirada tiene los ojos desorbitados en busca de la fantasía.

Otros recogen cartones, toman sus cajas de vino y discuten con alguien invisible. Más allá lanzan puñetazos al aire como espantando al compañero jugoso que les dice algo molesto al oído.

Yo mientras, veo con calma. No los quiero alterar, mientras camino con una pizza de crema, cebolla y peperonni y una fanta helada en la mano. Helada como el otoño que está empezando a susurrar, a enfriar, obligando a buscar calor.

Hay gente que mira con lástima éste panorama. Yo por mi parte siempre lo observo rescatando historias imaginarias de estas gárgolas urbanas, que a través de sus ojos de locura ven el mundo como yo no lo puedo ver hoy en la noche.

Distorsionado.

Mejor me como mi pizza y sigo trabajando.0:38 de la mañana, como en los viejos tiempos.

Salud!

Pancho®


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