ANTOLOGIA DE LA RISA
Capítulo 2

Padre, ¿Me busca a Mí?

Justo en este momento estoy en clases. Y se me vino a la mente, dado mi nivel de sueño (fin de semana de locos trabajando el domingo hasta la una de la mañana),y dada la situación de sueño v/s clases, recordar. Recordar un poco el aciago episodio de la adolescencia en el colegio y contarles una de mis historias de Antología de la Risa pa quitarle un poco de depresión a mi blog que estos últimos días esta medio gris.

La clase de Religión siempre fue un pequeño recreo, aun cuando nos hablaban de la palabra de mi amigo personal Jesús y sus enseñanzas milenarias, la cosa se hacía tan aburrida que, o se dormía o se salía al patio, o mi opción personal, sala de profesores donde la tía silvia a que me diera un tecito con un pan. Weon patúo siemrpe he sido.

Bueno en una de aquellas clases, junto a Brito y Javier hacemos un trabajo de reflexión y como siempre pedimos hacerlo en el patio.
Estamos perfectamente haciendo lo que los jóvenes de 15 o 16 años hacen afuera de la sala. Ver la clase de gimanasia de algun curso con alguna mina de las lindas del colegio (que en su mayoría se quedaron en eso) y tratando de entregar el cuestionario de religión y sacarlo rápido, así que aplicamos chamullo y así tenemos la hora completa para wevear.

Luego de un rato parecemos de esos viejos de campo que no hacen nada más que sentarse a mirar pasar los autos, cuando por mala cuea se nos pega la profesora a hablarnos. Digo mala cueva por que ciertamente no es lo mejor que te pueda pasar. Ella es fome y muy buena para hablar tratando de tocar tu fibra, fome, ABURRIDO como diría Homero. La verdad no me acuerdo de lo que hablaba, ya había bajado la cortina, o sea, no escuchaba más. De pronto de lejos vemos venir al capellán del colegio. No me acuerdo como de llamaba, pero era un sacerdote Franciscano Belga que era bien pintoresco, andaba en bici,y casi no hablaba. Era un escandinavo de tomo y lomo , pero estaba viejito, era sordo y un poco senil.

Bueno el curita se acerca, y la profesora de religión lo mira desde lejos conla sonrisa de alguien a quien va a saludar. Pero el cura anda en otra. Son tres cuadros:

- El cura viene, ella se acerca.
- El cura pasa por el lado nos saluda y no la pesca
- Y Ana María con el dedo estirado le dice: ¿Padre, me busca a mí?...

Y estática queda con el dedo estirado y la cara descompuesta mientras el cura belga sigue caminando como si nada y desaparece detrás de la esquina.

Suena el viento y nosotros inmóviles. Miro de reojo a Javier, tiene lágrimas en los ojos. Veo a Brito está morado. Y yo blanco, viendo el rictus de Ana María Márquez con el dedo estirado. En dos segundos la profesora se da vuelta y Javier y Brito no están, me dice:

-Francisco vaya a llamar al padre y digale que estoy aquí
La miro con ojos de, no te buscaba a tí viejita, pero weno igual voy.

Pillo al padre caminando y le digo:

- Padre!
- Si hijo - me contesta paternal.
- Padre la profesora Márquez le dice que está allá.
- ¿Ah? - responde confundido.
- Si es que ella piensa que usted no la vio.
- Nooo, si la vi - con los ojos bien abiertos.
- es que ella cree que usted la estaba buscando.
- Noooo, ando buscando el guitara!

Lo miro y me rio, y cuando vuelvo le digo a la profe, que el padre ya viene. Para que decirle que no la buscaba a ella.

Encamino al baño y me encuentro con la sorpresa de dos jóvenes completamente descontrolados, sin palabras, solo riendo y haciendo gestos de alguien con el dedo estirado. Lo único que puedo escuchar es:

- me busca a mi , jajajajajajajaja, padre me busca a mi jajajajajaja.

Javier llora, Brito también, y como no al ver semejante escena,revivo la imagen en la mente, y no paro de reir junto a mis amigos. Reir hasta llorar de la desgracia ajena, de la pobre mujer con el dedo estirado diciendo aquella mítica frase que aun nos acompaña en los carretes.

¿Padre, me busca a mí?... (con el dedo estirado)

Arriba los corazones.

Los quiero

El Flaco®