lunes, septiembre 11, 2006

9/11

Son las diez de la mañana, diez y media más o menos. Si no me equivoco es martes, no tengo clases y estoy recién despertando. Entre sueños escucho que está la caga en USA. Pienso en mi despertar que mataron a Bush, que está la zorra, que las cadenas de televisión deben estar peleándose las imágenes del atentado que acabo la vida del presidente. Me paro y camino hacia la cocina y veo a mi abuela apoyada sobre el mostrador, por primera vez, tomando una pausa de sus actividades para ver la pequeña televisión en blanco y negro de 5 pulgadas que suena en la cocina.

“En este momento se desploma la primera torre”.

Mis ojos no daban crédito a semejante visión, veía como frente a mí, en directo, en vivo, en la otra punta del mundo, uno de los edificios más colosales construidos por el hombre, colapsaba. Se caía como si fuese un juguete, y levantaba polvo por doquier, como en una película de ataques alien.

Lo único que pienso es en como es posible que esto suceda mientras la otra torre humea. Mi abuela me explica a grandes rasgos que una avioneta se estrello primero contra la que acaba de caer, y que después chocó otro avión, y cuando eso sucedió se dieron cuenta que había sido un atentado.

Por primera vez caigo en consideración de que es Al Qaeda. Y más o menos me hago una idea de lo que viene después si se cayó una, se va a caer la otra.

Hasta ese momento pensé que era posible que la gente hubiese sido evacuada. Cuando cayó la primera torre se dijo que había 40.000 personas dentro. Genocidio, en mala. Finalmente entre las dos habían unos 2700 inocentes que pagaron el pato por los errores de gestión de su fundamentalista presidente y sus fundamentalistas adversarios.

Ese día me vi todas la noticias, todos los especiales, y guarde la portada del diario del 12, una portada con la foto a pagina completa que mostraba el horror de la gente mientras corría, viendo como se desplomaba el poder conferido por el comercio, sin ánimo de ideologías esta frase, si no más bien como testimonio.

Ojala no hayan más 11 como ese, Dios quiera.

Francisco®

3 Comments:

At 3:57 p. m., Anonymous Anónimo said...

No, ese día venias llegando de Copiapó, llegaste de madrugada...y efectivamente no tenias clases...parece que mientras se caia la segunda torre hablabamos por telefono...

 
At 8:55 p. m., Anonymous Anónimo said...

no te recuerdo en Copiapó, ni menos en casa. , quizas el anonimo se equivoco de día, pero si recuerdo ese día...fue triste, ver a tanto inocente pagando la culpa por otros, en fin es la rueda de la vida ...un beso

 
At 10:44 a. m., Anonymous Anónimo said...

no. no me equivoco....habia llegado la noche anterior de Copiapó...lo doy firmado...pero...bueno...no?

 

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