jueves, agosto 31, 2006

ANTOLOGÍA DE LA RISA
CAPITULO 3

Mamita Linda Me Quebré Las Piernas

De todas las historias heredadas por mi Padre, una de las más requeridas y más recordadas en reuniones sociales es ésta:

Carlos Andrés Araya Araya, es mi tío, pero nadie lo conoce por ese nombre. El es “El Muñeco”, y desde que tengo uso de razón es mi tío Muñeco.
Muñeco era en su juventud un loco muy weno pa la farra, y muy chistoso obvio. Siempre andaba prendiendo las quintas de recreo y bailables del campo, por allá por Monte Patria y El Palqui en la cuarta región.

Muñeco tenía una compañera inseparable de carretes, farras, trabajo y todo lo demás. Su citroneta. Aquel vehículo lo llevaba a todos lados, desde la casa al baile y del baile, cruzando el río, hasta la casa nuevamente.

Un día Muñeco al terminar la farra, bien cocido, saco las llaves y echo a andar la Citrola. Iba con varias cañas de tinto arriba y unas cuantas jabas de pilsen de 300cc., verde por favor, como la pedían los viejitos, por el color de la botella.

Curao como huasca, se sube a la citroneta, la echa a andar, y convencido quizas en sus capacidades de conducción y en la mente propia del vehículo, enfilo a casa no más, sin importarle nada, sólo llegar dormir. La mala cuea era que Muñeco Carlos Andrés había tomado demasiado, y el sueño le ganó. Así, pasado a chela, se quedo dormido al volante, y pa más mala cuea, de noche y borracho, la camioneta se da vuelta y se cae a una acequia, quedando de costado.

Muñeco completamente desorientado, mareado por el golpe y el trago, con la tierra suspendida en la noche de campo, la vista nublada y la mente en KO, se baja por una ventana de la citroneta. Con cuidado se revisa a ver si no le falta nada de sus partes, y se pone de pie.

Cuando se pone de pie, se da cuenta que algo no esta bien, por que se cae. Trata de ponerse de pie de nuevo, y se vuelve a caer. Y así una y otra vez, se para, se cae, se para, se cae. Y ahí en su desesperación comienza a gritar al cielo:

-Ay…Ay! Ay! Ay! Ay Mamita linda me quebré las piernas, Ay Mamita linda me quebré las piernas, Ay Mamita linda Me quebré las piernas!!!!!

Todo esto mientras se paraba y se volvia a caer una y otra vez. Hasta que con el miedo se le borró un poco la cura, y se dio cuenta que si se paraba y se caía era por que, el muy weon, estaba parado encima del parabrisas.

Los quiero a todos mis buenos Amigos.

El Jimbo½®

Muñeco aun vive, y después de la citroneta tuvo un jeep igual de roñoso que se llamaba “la araña”, en este momento vive en Monte Patria y toma mucho menos que antes. Vive para siempre con su compañera de toda la vida la Daniela, que siempre tiene algún atado con él, y siempre que la veo llora.

3 Comments:

At 1:36 p. m., Anonymous Anónimo said...

Muy buena historia, muchos recuerdos a la mente, recuerdos de infancia lejana, pero nunca olvidada, amigos y hermanos, carcajadas y llantos......

grande flaco no te mueras nunca!!!!

 
At 3:19 p. m., Anonymous Anónimo said...

parece que ya no vive con la daniela

 
At 3:22 p. m., Blogger Mr. Francisco® said...

:O

 

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