Perreo Trance

Y ahí vacilando , con el calor insoportable de los cuerpos al ritmo de la Gata Fiera, pegoteandose con la espalda de la mina de atrás, quedando pasado a pachulí y colonia de guagua con sudor de gorda perrera. Ahí casi sin poder respirar con un vodka tonic en la mano sin poder moverse, con los ojos cerrados por que las cejas no dan más y no aguantan tanta transpiración que cae directamente, respiras aire viciado, aire usado, aire humeante. Paras y como un mantra tomas el beat que te menea. No te gusta, es musica basura, pero el vaivén de la noche se apodera de tu pies, tus caderas, los brazos. Te crees un gangster de Puerto Rico y coreas las canciones mientras miras a las perritas de 18 años bailando entre ellas como cachorras en celo.

Cierras los ojos, y perreas en trance.

Indigno, pero divertido.

Atrevete-te-te, jajajajaja, quiero una chela.

Daddy Francisco®