El Conde de Montecristo


Es increible como después de tan poco tiempo uno sienta un lugar tan ajeno, tan cambiado y lleno de recuerdos dulces a la vez.
La Serena ya no es mi casa, vengo de visita no más. Reclamo por que no hay donde salir, por que todo es caro, por que el colectivo vale lo mismo que la micro en Santiago, por que está lleno de flytes y más que nada por que es fome. Igual es pacífico y me tranquiliza la vista del mar, y hay un sol rico que te deja la ropa pasada a luz.
La verdad, no echo de menos La Serena, Santiago ya es mi casa. Mis cosas están allá, gran parte de mis amigos viven allá, mi domicilio legal es allá, las cosas que me gustan estan allá, mi pega también.
Quizas soy el conde de Montecristo,por que llego a un lugar donde veo que hay varias cosas nuevas y ha cambiado desde que me fui.
Finalmente me doy cuenta que es lo mismo en esencia, y que las cosas no cambian mucho en tan poco tiempo, pero que ya no me pertenecen los lugares, no como antes.
Mi casa me espera, pero me espera en Santiago.

Francisco®