martes, diciembre 19, 2006

Montaña Rusa


Llevo varias semanas moviéndome las neuronas pa poder escribir acerca de las pasiones. Escribir acerca de lo duro que es enfrentarse a la brevedad de los momentos más intensos y adictivos, tratando infructuosamente de hacerlos durar más de lo que realmente son. Hoy me decidí a tomar el PC y escribirles acerca de eso, de cómo la brevedad y la intensidad combinadas, nos sacan de los carriles lógicos pa entregarnos a esa ola inmanejable que nos trae la pasión a la vida.

Dicen que las situaciones de riesgo y de alta descarga de adrenalina provocan casi la misma adicción que las drogas en nuestro organismo. Algunos son más adictos que otros pero finalmente todos sucumben al thrill o suspenso de la tensión que produce volverse loco un momento.

Las relaciones humanas son la base de la vida pa muchos de nosotros. Para algunos es la búsqueda constante de la compañera perfecta, otros se contentan con probar los mismos patrones una y otra vez, buscando por ahí la tranquilidad, otros nos conformamos por tomarnos un descanso en la soledad, pa salir más duros, más grandes.

En algunos momentos también somos adictos a los patrones comunes, como lo decía arriba. Pero que pasa cuando los patrones se ven alterados. Cuando lo común le da paso a lo “especial”. Que pasa cuando nos encaprichamos con algo que no es pa nosotros, y que aunque lo sepamos elaboramos el más amplio stock de justificaciones para que esto sea lo que creemos hasta finalmente comprar cualquier excusa que tiene total validez en el momento del enamoramiento, pero después da lo mismo. Estos “quiebra patrones” son los que nos desarman en mi humilde opinión. Chicas malas, Chicos malos, Chicas misteriosas y Chicos Enigmaticos. Chicas insoportables y Chicos Insensibles. Casi siempre son estos los patrones que te desarman en la busqueda constante de la chica tierna y el chico amoroso y fiel. La niña buena y el Niño bueno sucumben frente a la Weona Perra y el Weon de Mierda. ¿Por qué?, las pasiones pues. La racionalidad claramente nos indica el camino real el camino que HAY QUE TOMAR. Pero ¿por que somos así de weones(as) y nos vamos derechito por donde sabemos que vamos a caer, bajonearnos, cuestionarnos y siempre pedir más, buscar más, aun cuando siempre tengamos el reparo de poder salir malheridos? Las pasiones mis queridos lectores. El gustito por la caída libre, por la tensión, por el suspenso, por las chispas y los incendios al intercambiar miradas a escondidas, al revivir aquella breve intensidad en nuestras mentes y nuestros sentidos. Hay muchas personas que dedican su vida a buscar ese preciso instante repetido en mil caras y mil cuerpos. Otros nos conformamos con vivirlo de cuando en cuando y reservar los recuerdos y las sensaciones marcadas a fuego y archivarlas en nuestro disco duro de momentos intensos e imperecederos.

Vale la pena volverse loco de cuando en cuando, la vida es corta, la vida es buena.

Las pasiones son más poderosas que un polvo, un joteo o un beso furtivo. Son poderosas por que vienen de nuestras tripas. No de nuestro corazón ni de nuestra mente. Las pasiones son viscerales, son de fuego y mar embravecido. Son de terremotos y tornados.

Son montañas rusas, pequeñas e intensas.

Besos a todos, espero posteos.

Francisco®

1 Comments:

At 1:15 p. m., Anonymous Anónimo said...

totalmente de acuerdo, uno mantiene ciertos patrones de conducta porque te gusta sentir ese vertigo de saber que te va a contestar, de que te va a pedir que vayas, claramente adictivos

 

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