martes, junio 26, 2007

Licencia

Primera vez en mi vida que me dan licencia médica.

Digamos que no estamos hablando de un “certificado médico” pa capear clases. Es derechamente faltar a la pega, por los días que le médico estime convenientes para la recuperación del individuo. En mi caso fueron 3. Los mejores 3 días de mis últimos meses.

Por primera vez desde que estoy en mi depa, lo pude disfrutar en totalidad, y pude hacer lo que no hacía desde diciembre del año pasado, nada.

Echarme, y no hacer nada. Levantarme a cocinar, comer, y no hacer nada. El lavavajillas lava la loza, el calientacamas me deja mis sabanas tibiecitas para el frío de mierda que me tuve que mamar en la casa no más.

Ashe, Vaan, Balthier, Basch, Fran y Penelo (los de la foto) son mis compañeros de estadía en la convalecencia acompañada de Bequium e Ibuprofeno.

Mientras ellos caminan por Rabanastre, yo disfruto el tener mi DualShock2 controller en la mano sin hacer nada.

Me acuerdo cuando Tomás Middleton, mi doc, me dijo, “haga reposo muchacho” (siendo que el se ve mucho más joven que yo). Yo como soy obediente, compré las pocas lucas que me quedaban en mercadería pa no tener que salir de la casa ni una sola vez. Y me dediqué a reposar.

Hoy más repuesto me queda el buen recuerdo de un tiempo conmigo y mi nuevo espacio. También el del sabor del jarabe psicotrópico que me trasladaba a hermosos mundos con los animales más fantásticos y, por supuesto, el recuerdo del giro nocturno que comúnmente sólo encuentra el otro lado de la cama fría, pero que por algunos días encontró lo que tanto anhelaba durante los fríos y resfríos de junio del año anterior, una mujer amorosa preocupada de su niño enfermo.

Saludos a todos

Bendita Gripe

Francisco®


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