Proposal
Ese día, si no llegaba
Al fin llegó, dejando el camino libre, y con la guata apretada me fui a sentar afuera del departamento de mi futura suegra. Por teléfono le cuento a mi Mamá que esta noche le pediré matrimonio a mi polola. Me manda tantos buenos deseos que parándome de un viaje toco el timbre de la casa, sabiendo que ya no hay vuelta atrás.
Me acuerdo que a principio de año decidí casarme. Después de una larga conversa con mis abuelos me di cuenta que no había que esperar más. Que el amor ya no iba a cambiar, y que sólo buenas cosas me podía traer dar EL PASO. Ese paso que pa un hombre tiene otro tipo de visión y matiz que pa una mujer. Un matiz que no tiene que ver con dejar de agarrarse minas, si no con compartir la libertad.
Construir una vida con menos individualismo y más trabajo en equipo es finalmente la que hace que un matrimonio dure harto o fracase al tiro.
Digamos que con
Sabemos que si esos pilares se mantienen, podremos cumplir lo que siempre hemos querido para nuestras vidas.
Amar y ser amado no tiene nada de complejo, solo hay que siempre hacer el bien por el que uno eligió como compañero, y entregarse con todo.
La clave, creo modestamente, es no dejar de ser uno mismo, en favor de la realización final de los objetivos. Siempre mantener la esencia que hizo que el otro se fijara en uno.
A esta edad, temprana por cierto, mi visión del amor ha mutado muchas veces, hasta que finalmente se quedo en la que realmente me acomoda. El amor en serio y en paz. El amor confiable y estable. El que cualquiera quiere pa su vida entera. Ese que te despierta en la mañana tranquilo y feliz, pa empezar un día en el que todo es bueno y todo está en su lugar. Donde tu espacio existe, y el espacio mutuo también, en perfecta armonía.
Mi vida es una vida feliz y tranquila.
Mi vida va ser feliz y tranquila.
Cuando me senté frente a mi futura suegra sentí como me convertía en lo que finalmente decidí ser, hace tiempo atrás. Un hombre de decisiones, un hombre de familia, un hombre valiente. Un weon capaz de decir “Juanita, hoy le voy a pedir matrimonio a tu hija”.
En mi casa con las luces apagadas y unas cuantas canciones de amor en la playlist, con una vela de colores y en el sofá que compramos juntos pa empezar la nueva vida de a poco, no me quedo más que decirle que ella era la mujer que yo siempre esperé. La que siempre busqué entre tantas y nunca encontraba. Esa que me trajo el equilibrio, que le trajo la nieve al norte. La que con la brisa fresca me despierta en las mañanas, la que no pide nada por que sabe que siempre estoy, ahí.
Esa es la mujer que elegí pa mis mañanas eternas.
Esa es mi mujer.
“Tu eres lo que yo quiero para mi vida, ahora y siempre, te quieres casar conmigo?”
“Sí”
Pancho®
Esta es la entrada 300 de franciscovivesolo.blogspot.com
les doy las gracias a todos los que lo han leído en este tiempo
y les mando muchos buenos deseos a los que han apoyado
a este hombre que de la primera a la trescientos ha crecido
tanto como el siempre soñó
besos a todos