sábado, noviembre 18, 2006

Club de Tobi

¿Cuantas piscolas caben en mi cuerpo?, la verdad nunca lo he tenido muy claro, menos si los compañeros de andanzas son mis ex compañeros de curso de cuando iba en un colegio de hombres en Ovalle.

Somos cuatro en casa de Nano. Hugo (Upi), Manuel (Pelela), Bernardo (Nano) y Yo, que para estos casos soy el Vic (nadie nunca le dio una explicación lógica).

Así como cuando me junto con mis panas de la vida, las conversas son acerca de las veces en que Javier se curó, Mario se enfermó, Manuel se cayo, y Brito gritó; Las de aquí son acerca de cuando el Queso se cayo a la caca del perro mientras hacía equilibrio en una reja, y de cómo se veía con una cotona encima y sin nada abajo, como una nena con vestido y bototos. O de cuando en mi primer día de clases todo el curso me agarro a patadas y me tuvieron que ir a buscar por que quede llorando (pobrecito L) o de cuando Nano salió de igualito a Boy George a los 10 años de edad, quedando traumado por el resto de la vida con una sexualidad ambigua (jajaj maletero) Y bueno de cuantos de nuestros compañeros de cursos que siempre fueron locas terminaron efectivamente vistiéndose de Drag Queens y haciendo shows en la Blondie, o esperando a su “amigo” que lo venia a ver desde Santiago, así como uno que conocí una vez que todos los veranos llevaba “amigos de la U” pa la casa, con cover eso si. O de las hermanas de nuestros amigos, que en su mayoría prometían. Y pa finalizar de las cartas que se perdieron en el camino, como Meneses, también apodado “Rápido y Penoso”, quien era una promesa en todo, menos socialmente, un loser. Y finalmente dejo de ser promesa por que lo echaron de la U por copiar en un ramo, y solo se quedo como loser, sin potencial, se perdió el loco, mala por él.

Al final, como buenos machos ebrios de más de 25, terminamos jugando “Dudo”, pa rematar con unos Winning Eleven (que seríamos sin Winning Eleven, perdí 6-0, weon malo)

Cuando desperté en el sillón del depa de Nano, la caña me ataco con el sabor de la piscola en la boca y el cigarro pegado en el esófago. Aguantando las ganas de devolverlo todo mire abajo y el Upi dormía en una colchoneta, mire al pasillo y el Nano weveaba a las 9 de la mañana y hablaba solo. Pelela dormía con su chica, y a mi el sol me llegaba en los ojos.

Con una sonrisa y un dolor de guata enfermizo, lo único que atine a pensar fue:

Tamo cagaos weon, viejos y todo pero seguimos igual, Salud por eso!

Vic®

7 Comments:

At 6:55 p. m., Anonymous Anónimo said...

Yo Tomo!!!
Es genial constatar que a pesar de todo el tiempo que pueda pasar, lo viejote que uno se pueda sentir hay cosas constantes... que te hacen a veces revolver el estómago, pero también sonreír.
Me alegro que hayas pasado con tus amigos... ^^
Un abrazo grande.
Besos.

Ceci*

 
At 11:17 p. m., Anonymous Anónimo said...

esta mina no tiene otra wea que hacer...me dan lata sus post

 
At 11:17 p. m., Anonymous Anónimo said...

se nota que le gustas

 
At 2:58 p. m., Anonymous Anónimo said...

SHAAAAAAA la ondita con los posteos!!!

todo un LATIN LOVER JAJAJAJAJAJAJA

PELAO.

 
At 3:00 p. m., Anonymous Anónimo said...

no se pongan celosas mis guachas que el pancho alcanza para todas JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJJA

 
At 2:39 p. m., Anonymous Anónimo said...

JAJAJAJA
NO podi ser asi panchooooooooo
solo tu y nadie mas que tu....escribe
GUACHAS....ese fuiste tu....
weon fresco que alcanza pa todas...danger mira que se te puede caer a pedazos!

 
At 3:22 p. m., Blogger Mr. Francisco® said...

Yo no fui el de las guachas, me auto-absuelvo.

 

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