jueves, abril 12, 2007

Bailar

Durante años pensé que era un mal bailarín. Me veía a mi mismo como un Goofy sin ritmo y sin swing. Me avergonzaba profundamente salir una pista de baile y ponerme a lanzar pasos y aletazos al aire como abanicando moscas y pateando perros.

Al menos así me sentía yo, gracias a un trauma que se me desarrollo por violencia sicológica en que me repetían una y otra vez:

- Me da vergüenza bailar contigo por que bailai mal, weveai mucho en la pista y bailai mal.

Esa frase me hizo caer en un espiral de alcoholismo y pánico que terminó por sacarme el chip del baile del cuerpo.

Así como cuando Gabriela Mistral inhibió su gusto por los varones al morírsele su prometido (y obviamente por que nunca le gustaron) así mismo yo inhibí mi gusto por el baile como actividad por tanto tiempo, tanto tiempo. Sentado en las fiestas, solo hablando, con la música llamándome a menearme pero con el escalofrío de las palabras que iban y venían en mi cerebro “Me da vergüenza bailar contigo por que bailai mal, weveai mucho en la pista y bailai mal(se emociona cuando escribe).

A veces, solo a veces, cuando el fulgor del alcohol apagaba los sensores del miedo, me veía en las pistas rockanrolleando con muchachas que no sabían de mi trauma, pero siempre con las palabras como cuchillos metiéndose detrás de los ojos “Me da vergüenza bailar contigo por que bailai mal, weveai mucho en la pista y bailai mal

Al otro día al despertar con el pelo pegoteado por el humo del cigarrillo de la discoteca, la inseguridad de haber bailado bien o mal despertaba todos los sentidos. Solo la ducha helada y el llanto desgarrador eran capaces de removerla, en posición fetal, en un rincón de la fría loza.

Por la necesidad, en un momento de la vida donde las deudas me tenían sobrepasado, tuve que bailar para ganarme unos pesos.

Antes de cada baile me tomaba por lo menos dos wiskeys dobles, para inhibir el miedo y anestesiar el cuerpo.

Dentro del sofocante traje azul y rojo o de la armadura romana las caras de locura desenfrenada de las muchachas bajo la tarima asustaban, solo recuerdo, casi como un veterano de la guerra de Vietnam, flashes, flashbacks, gritos, pellizcos, uñas en los muslos, mordiscos en los brazos, y pasos de baile violentos y recios, sin gracia, sin ritmo.

El tiempo pasó y el pánico siempre persistió. Las muchachas se preguntaban que era lo que pasaba y siempre había una excusa:

-Lo lamento es solo que no me siento muy bien “Me da vergüenza bailar contigo por que bailai mal, weveai mucho en la pista y bailai mal

-Creo que he bebido demasiado “Me da vergüenza bailar contigo por que bailai mal, weveai mucho en la pista y bailai mal

-La verdad es que no me gusta bailar “Me da vergüenza bailar contigo por que bailai mal, weveai mucho en la pista y bailai mal

-Tengo un problema psicológico “Me da vergüenza bailar contigo por que bailai mal, weveai mucho en la pista y bailai mal

Y así, una y otra vez, sin cesar.

Un día decidido a romper mi destino, no bebí nada para enfrentarme al miedo y tomé de la mano a una muchacha pidiéndole amablemente una pieza de baile. Como en una película, un solitario foco iluminó a la pareja. De pronto el piso de alfombra se transformó en un gigante tablero de luces de colores que, en llamas, soportó los mejores pasos que podía recordar mi memoria inconciente. Poco a poco mientras bailaba y giraba en llamas mi cuerpo comenzó a recordar mis mejores performances en la Grammy como el Hombre Araña o como el Gladiador y me di cuenta que el baile siempre había estado presente en los músculos, en los pies y en la gracia propia del ser humano bailarín que cada uno lleva dentro, incluso yo.

Después de eso no paré.

Bailé en el paseo Ahumada, en la Plaza de Armas y el Mercado Central. En la K-masú, en la Blondie, en la Feria, en la Nina, en Murano.

En Suecia baile para ganarme el corazón de una dama y con mis mejores movimientos me lo llevé conmigo, dejando la pista en llamas.

Por el azar o por le destino un día x, me enfrenté al verdugo de mi destino danzistico. De tantos llantos e inseguridad, de tantos bailes perdidos y de tantas borracheras que ni recuerdo.

Sudando frío y sobrio, tuve que bailar. La frase aun resonaba en los oídos “Me da vergüenza bailar contigo por que bailai mal, weveai mucho en la pista y bailai mal

Tragando saliva por primera vez en mucho tiempo, solo cerré los ojos y me puse a bailar. De pronto, mirándome de frente me pregunta:

-Weon! Me cuesta seguirte, quien te enseño a bailar así?

-La vida Mami, toda la vida he bailado así, es solo que tu nunca quisiste bailar conmigo.

-Ay, las cosas de la vida weon…

-Así es baby, así es.

Redención y Baile

Un Beso

Pancho®

4 Comments:

At 12:06 p. m., Anonymous Anónimo said...

Mmmmmm, esa historia me suena parecida, pero a mi igual me sacaban a bailar, y aun sigo solo bailando en la Blondie...

Es extraño todo porque ¿quien dice que es bailar bien?,los profesores? pa mi es solo mover tu cuerpo y pasarlo bien.

 
At 1:26 p. m., Blogger Nestabob said...

Es como la historia moderna del Patito Feo (adaptada obviamente), nunca se fijó en la alegría y el esfuerzo que hacías para bailar bien, eso al parecer no vale nada hasta que demuestras que si puedes lograrlo, a veces (casi siempre) la gente te prejuzga, creando serios traumas, pero les da lo mismo, a veces es mejor no pensar tanto, eso por lo menos es lo que estoy intentando hacer, al final nadie es perfecto, SO WHAT!

 
At 2:15 p. m., Anonymous Anónimo said...

bailar??? aquel que diga que no sepa bailar es mentira, todos aprendemos a bailar , a llevar el ritmo, algunos se lanzan mas tempranoa a los movimientos, otros mas timidos no saben como controlarlos y creen que no saben bailar, mmmmm bailar!!!! es lo mejor, llevar el ritmo de la musik te relaja,te emociona, te exita, para bailar solo debes apreder a esucchar el ritmo y tu cuerpo solo comienza un juego de movimientos que te llevan a la pista ..................aque que diga que no sabe bailar es un miedoso que nunca se quizo lanzar.........................claudia aristizabal,,, DESDE COLOMBIA !!!!

 
At 3:04 p. m., Blogger Mr. Francisco® said...

Claudia Gracias por Tus Comments!
Dejate un Blog pa pasarte a saludar.
Gracias a todos por los comments!

 

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