Padre Soltero
Hoy en la mañana me desperté con una inusual mezcla de desazón y ternura, al abrir los ojos después de un vívido sueño en que sostenía en mis brazos a mis retoños.
La particularidad de esta proyección futurista de mi inconciente era que era padre soltero de dos hermosos nenes, de mis dos pololas más importantes (uno cada una). Otra particularidad es que mis nenes eran un niño y una niña, ambos hermosos.
El niñito y la niñita se parecían a sus mamás y no me pescaban mucho como papá, era más como el amigo de la mamá, al que iban a ver después del jardín.
El niñito era muy lindo. Era medio blanquito de ojos medios claritos y pelo castaño. Aun cuando su paternidad era media ambigua, por que no se parecía mucho físicamente a mi, se notaba en como se reía y como gesticulaba, que llevaba mis genes dentro. A ratos tenía gestos de la mamá y se ponía medio pesado.
Recuerdo que en un momento del sueño andaba con los mocos colgando y yo le ponía un pañuelo en la nariz y le decía que soplara, así como mi padre hacía conmigo.
Me gustaba tenerlo en brazos y hacerlo reir, pero no me pescaba mucho.
Con la niñita era igual.
Ella era la fotocopia de su mami. Pequeña, crespita y con ropa muy linda. Tampoco me decía Papá, solo me miraba y sonreía, mientras esperaba en mi casa que llegara la mamá a buscarla de la pega .
Cuando llegaba la mamá, ella corría y la llenaba de besos, mientras a mi, ¡nada!, ni un papá te quiero ni nada.
Ambos bebes tenían la misma edad y ambas mamás la misma cara de odio cuando me miraban. Ese odio medio por compromiso que la verdad sea dicha no es cierto.
Cuando desperté aun sentía el peso de mis guaguas en los brazos, y el olorcito a bebe, el color de las ropitas y las palabras medias balbuceadas. Pero me quedé con esa sensación de desazón de no haber escuchado “Papá”.
Ojalá dibujara bien, así les dibujaría a los hermosos.
Saludos
Pancho®