El Post Final del 2006®
Años de transición.
Pasó cuando pasamos de la dictadura a la democracia. O cuando las Torres Gemelas se cayeron. Cuando se terminaron las guerras. Como no me iba a pasar a mí.
Este año todo se desarmó. Completo.
Mi Francisco de todos los días se fue, me abandonó. Con el se fue una mujer importantísima, bella y difícil. Con ella también anhelos y futuro. Quedó el pasado, quedo el presente, se fue el futuro, pasó el pasado, quedó el presente.
Desde el polvo y el barro, como el alfarero ancestral, me fui parando por piezas. Piernas, caderas, torso, brazos, cabeza, ojos.
En el horno me cociné, durante meses, para salir hecho otro. Uno que se pule día a día, que se da cuenta de los errores y que puede ver la paja en el ojo propio y no en el ajeno.
En este, el último día del año en que empecé a escribir este blog, dejo atrás de a poco los dolores. Me sobo las cicatrices y las exhibo, con propiedad, con altanería, desafiante. Mostrándote que están ahí para que Tú que las miras tanto sepas con quien te metes.
Soy un guerrero de mil batallas, todas con muertos y todas con heridos, sin prisioneros, sin ganadores, solo perdedores. Tierras de nadie sin ser reclamadas.
Las dos colinas al final fueron escenarios pa que cada uno, mirando desde arriba, se viera el uno al otro y emprendiera el camino por su lado no más. Los peones que estuvieron peleando siguen peleando, y no ganarán nada por que su causa se desvirtuó.
Con todo el ánimo del mundo puesto en que la vida te sonría mi querida compañera de mil aventuras, te miro desde mi caballo y mi colina. Y con la armadura gastada por tanta batalla, te muestro orgulloso mis cicatrices y te saludo con la mano despidiéndome con una sonrisa. Veo como tú también, con respeto y afectuosamente, haces el mismo gesto mostrándote tranquila y bella.
Las colinas nos quedaron chicas, ya es hora que nos vayamos a buscar otras tierras mejor, unas que valgan la pena y que con su riqueza hagan de nuestras vidas, lo mejor para cada uno.
Yo mientras en mi hogar de sol, mar y arena, me forjo una nueva armadura, y una nueva espada, con el más precioso de los metales, para que cuando me toque batallar otra vez, las heridas no hagan mella alguna en mi nuevo ser.
Besos a todos y Cada unos de ustedes que con mucho cariño me escriben sus replies en esta ventana de emociones y cuentos de hadas.
El 2007 es al año para todos.
El 2007 es la vida nueva y los objetivos nuevos.
El 2007 es Mi año, al fin.
Francisco®