El 18 Mi fecha favorita del año es el 18 de Septiembre. Los colores que inundan el ambiente son los antecesores de una primavera inminente.
Mi 18 de este año tenía un objetivo claro, cargarme de buenos sentimientos y energía para el resto del año.
La locación elegida fue la playa, Bahía Cisne, para ser más preciso, a 21 Km. de Caldera por la costa, en la tercera región, de mi Chilito lindo. La compañía: Mamá, Marcelo, Digna. Belarmino, Joaco, Dioni y Mabelita.
Desde hace una semana, más o menos, lo único que quería era llegar a la playa. Soñaba con los colores en el rostro, con el olor del sol en la piel, con los pies metidos en la tibia arena de esta playa maravillosa que me recibió con marejada, pero igual se portó la raja en los tres días que nos quedamos en ella.
Bahía Cisne es uno de mis cofres de recuerdos más preciados. Ahí viví momentos hermosos de amor, y veranos eternos al sol, como un lagarto de las rocas.
La primera noche, Cisne me regaló en cielo. Me regaló las estrellas fugaces, me regaló deseos sin cumplir, y me regaló el viento helado en la cara, que baja los odios y cura las quemaduras de la rabia soplándote en el oído.
En la mañana me regaló la playa limpia y la humedad en el aire. Limpió mis ojos, como si fueran cristales, para ver todo mejor, sin manchas.
Más tarde el sol me trajo el color, el color del 18. Las banderas y volantines, el turquesa del mar, el amarillo ocre de la arena, y le devolvió el tono sano a mi piel, quitándome el gris de las penas y amarguras.
Cuando entré al mar esa tarde me di cuenta que aunque el sol quemaba y la arena estaba tibia, el mar no engaña. Él sigue pensando que es invierno y no cambiará hasta que llegue la primavera de manera oficial. Al mar le pedí que cada vez que reventara una ola sobre mí, lo malo se fuera, mar adentro y dentro mío quedara impregnado todo lo hermoso y lo limpio. Le pedí que me regalara un poco de su poder majestuoso y que me hiciera fuerte, pero amable, como él.
En la noche con la cerveza en la mano y el asado en la parrilla, reímos entre todos con historias desvirtuadas y sonrisas sin apuro. Cada uno como parte de una máquina gigante PRO Energía, entregaba su aporte para llenar los depósitos de poder ya vacíos a esta altura del año.
Me desperté en la mañana con los gritos de Dioni de que había una ballena en el agua. Efectivamente había algo, pero estoy casi seguro que era un tiburón.
Ese día me dedique a disfrutar, disfrutar del agua, disfrutar del sol. Comer un montón y gozar de la arena, de las rocas, de la brisa. No pedí más solo me puse como una pila al Sol, como Kal El, recibiendo y guardando. Save Your Energy For The Rest Of The Year, Save Your Strength.
Mi mini verano fue como un pequeño Febrero. Un veranito a fines del invierno. Un momento de encuentro, con los cariños de la familia, los mimos de la naturaleza, con los recuerdos de vidas pasadas y los anhelos de experiencias futuras. Momentos disímiles en etapas diferentes de una misma existencia, confrontados. Mi Yo de ayer y Mi Yo de Hoy, frente a frente mirándose con nostalgia, pero sabiéndose diferentes.
Cumplí todos mis objetivos propuestos e incluso superé mis expectativas.
Llegue limpio, lleno de amor, lleno de esperanza, y con el poder arriba.
Sobrecargado, y listo para que la Primavera me golpee, en tres días.
El 23 de Septiembre a las 00:03 hrs. celebraré en solitario haber sobrevivido el invierno.
Gracias a todos los que estuvieron conmigo el 18, en Copiapó y en Cisne. Los quiero a todos.
Pancho®
y a continuación fotoooooosssssssss........
Con Joaco cheleando en la playa
Riendose con la Gilda mostrando todos los dientes
Los Guarenes en Pleno
Con la Mabelita, recién despertado
Parrilleando en posición de tiro
El Espíritu dieciochero en pleno, comiendo cholgas ostiones y anticuchos y tomando corona con limón