Antología de la Risa Capítulo 6 Graduación La calamidad con las mujeres en mi vida me acompañó durante años. No me pescaban, no sabía como tratarlas, era demasiado sensible y romántico y no entendía que igual la apariencia importaba. Importaba tanto que si te veían con un pantalón que te quedaba corto, de color blanco invierno o burdeo y una polera de tres tallas más grandes, claro que no te iban a pescar. Me avergüenzo de mi vestimenta en aquellos días, gracias Dios pasaron.
Así como les contaba, la calamidad ha sido parte de mi vida con las minas, durante años. Pero el peor momento, lejos el peor, fue pa mi fiesta de graduación.
Yo en ese entonces salía con una chica que se llamaba Daniela. La Dana tenía como 15, yo no po 17 o 18, no me acuerdo. La wea es que como dos semanas antes de la fiesta le dio rubéola. Y cuando toco la fiesta milagrosamente volvió a clases. Dato freak, cuando estuvo con rubéola yo la iba a ver y me encantaba comos e veia por que parecía de esos aliens de Alien Nation, una serie donde eran como manchados. No, la rubéola no tiene erupciones, es como que se le marcan las venas, no se era macabramente sexy.
Bueno con su milagrosa aparición la Dana me dejo en clareo que estaban disponible para acompañarme a mi fiesta entonces se da este dialogo:
- Dana, ¿tení como conseguirte un vestido?
- No voy a ir contigo al graduación
- AH?!
- Es que tuve rubéola y no puedo salir
- AH?! Pero si estas aquí en el colegio po! – a dos días de la fiesta
- No, además todos tus amigos me caen mal, son unos fomes
La verdad era que le gustaban mis amigos, y más que yo en general.
Resignado a buscarme otra pareja, terminé con la Dana, y me dedique en un recreo a buscar candidatas y dentro del mismo recreo seleccionar a la correcta.
Y ahí la vi. Esperando que alguien la invitara como en una comedia de adolescentes gringa. Maca Cides. Guapa ella, media tontita, pero linda, desde niña, muy linda.
Así que voy muy canchero, inflado y le digo:
- Oye quieres ir al a fiesta de graduación?
- Ya po!
Así de simple, así de sencillo.
Voy con una mina linda del brazo a mi fiesta de graduación, soy un ganador, soy el numero uno. Por favor si tienen esta canción lean esta parte de la historia con Pretty Fly for a White Guy de The Offspring.
El mejor, el número uno, arrepiéntete Daniela por no haber ido conmigo, pensaba, mientras caminaba.
Al otro día me toco trabajar, tranquilito como a las cinco de la tarde me empecé a preparar. Tranquilito fui al teléfono más cercano y llame a la Maca. Me contesta el papá:
- Alo?
- Hola! Soy Francisco un amigo de la Maca, está ella?
- Noooooo, No está, está en la playa
Imagínense mi cara. Faltan 5 horas pa la fiesta y no tengo pareja de fiesta.
El papá de la chica como que cacha y me dice:
- Hijo, tranquilo, la Macarenita me dijo que llegaba a las seis y media, ella sabe que tiene la fiesta así que tranquilo
- Gracias, yo la llamo como a esa hora entonces – y cuelgo.
La hora y media de espera fue eterna.
Vuelvo a llamar y esta vez me contesta la mamá:
- Alo, soy…
- Si Francisco, uuuy tamo tan complicados no podemos ubicar a la macarenita, es que se fue con unos amigos y no vuelve, y no sabemos si es que llega, ay estamos tan preocupados por ti también…
- No se preocupe, dígale ala Maca si habla con ella que no se preocupe, voy con otra amiga, Gracias – Mentira dígale que es una pendeja irresponsable que me dejo plantado por irse a wear a la playa.
Llego al juguetería donde trabajaba y dos de mis mejores amigos, Manolo y Mario, me wevean hasta que no pueden más, ellos tienen parejas. Ellos, que descubrieron que las mujeres tienen tetas hace media hora, ellos tenían pareja y yo no, ni una, ni una posibilidad, hasta que se me iluminó la ampolleta.
Una de mis vecinas a la que le tenía muchas ganas (cuando no) iba en el colegio y era muy linda. Se llamaba Alicia, y vivía en el edificio del frente. Teníamos buena onda, así que me armé de valor y fui donde trabajaba. En el camino me dio por poner una actitud de weon poderoso que ni yo me creí. Al llegar la miro, me ve con sonrisa y le digo:
- Consíguete un vestido, vas conmigo a la licenciatura, te paso a buscar a las 10.
- Ya…
No se si me vio tan decidido que me dijo que ya al tiro o la verdad le di pena.
Con el respiro en la garganta. Me fui a la casa a arreglarme.
Como les decía mi look era horrible en el colegio, pero ese día por primera vez, me veía grosso. El terno negro impoluto, la camisa blanca guapa y una corbata dorada. Era un galán de película gringa de los 50’s.
Con la sonrisa en la cara me pasan a buscar mis socios en auto, y me llevan a buscar a la Alicia. Cuando llego, me abre la puerta y con la misma ropa que estaba cuando la vi trabajar me dijo que el vestido no le había quedado bueno y que lo lamentaba mucho pero no iba a ir. La verdad era que esta loca tenía un romance secreto con uno de los locos que iba en el auto y no tenia ni una intención de andarla pasando mal mientras este loco se comía a su polola real en la fiesta. Me cago mi socio, me cago la Alicia. Tiempo después la divisé en un carrete, se había echo un corte de pelo que parecía Iván Zamorano y estaba gorda y fea, la apestó uno de sus pololos, un wea que todos odiábamos. (Te maleteo gratuitamente por haberme dejado botado a última hora fea.)
Cuando llegue a la fiesta me sentí derrotado. Entre solo, caminé por los pasillos, mire a mis amigos y amigas, a la Paula en su vestido gris perla, diciéndome que había podido encontrar finalmente los zapatos que buscaba. A todos y cada uno felices y lindos. Yo también estaba lindo y la verdad al verlos a todos animados, me prendí y baile con todas, hasta que vi a una chica botada, hermosa. Se llamaba Marcela y yo la conocía hace años, no era del colegio. Una de las más lindas que he conocido y la invite a bailar. Y ahí baile con ella mientras su pareja se perdía en su autismo. Me acuerdo que después nos fuimos en una camioneta a la clásica fogata de fin de curso y ella tenía la chaqueta del loco puesta, y este va y le dice, “me voy, mi chaqueta” dejándola cagada de frío. Yo por mi parte me saque el polerón y se lo pasé, a lo que me respondió:
- Ojala hubiese venido contigo, lo he pasado súper.
Creo que ese fue mi premio, por lo menos una de todas, si quería ir conmigo esa noche.
Al final, lo pase súper, bailé con todas, me reí un montón y terminé con uno de mis enemigos más acérrimos tomando en un auto con sandroof, viendo las estrellas, el amanecer, y los pololos llegar de los cerritos que habían alrededor.
Buenos momentos, Malos momentos.
Momentos de mi vida no ma po!
Saludos!!!!!!
Pancho '98®